El Almuerzo en Villanueva de la Jara

Cómo si de un ritual se tratase el almuerzo en Villanueva de la Jara va más allá de un sustento matutino para el estómago

Por las mañanas, el almuerzo en Villanueva de la Jara es una tradición gastronómica que va más allá del mero sustento matutino cuando se comienza el día temprano. Tanto si es por apetencia como por necesidad almorzar carnes a la brasa en Villanueva de la Jara es un homenaje gastronómico al paladar. Pero hay que saber elegir el lugar, para no llevarse una decepción.

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¿Dónde se toma el almuerzo en Villanueva de la Jara?

Sitios que ofrecen almuerzo en Villanueva de la Jara son varios, muy diversos y con apenas nada que ver entre unos y otros. Pasa lo mismo con la comida, supone igual con la cena. Estamos en una tierra con una oferta gastronómica muy rica y variada, pero no resulta sencillo encontrar un establecimiento donde tomar un buen almuerzo a las brasas, tanto de carne como de embutidos.

¿A qué hora se almuerza?

Es absolutamente subjetivo la hora a la que almorzar. Hay personas que deciden almorzar a las ocho de la mañana, y otras que a las diez; incluso hay quien no almuerza. Pero no hablamos del desayuno, el típico de café y tostadas, que también se consume.

El almuerzo en La Jara perfuma las calles con la matutina fragancia de fuego y carne.

¿Qué se almuerza en La Jara Cuenca?

La brasa es imprescindible. El paladar jareño, acostumbrado a saborear buenas carnes, y el estómago, necesitado de alimento, ya que el día comienza antes de que salga el sol, es fiel al lugar donde se le atienda adecuadamente.

Las ascuas, como aquí se le llama a las brasas, permiten degustar distintas partes del cerdo, también llamado “marrano” en estas tierras. Por lo tanto, podemos enumerar algunas de esas piezas que por su popularidad son las más sabrosas.

Saber qué pedir de almuerzo a la brasa

Identifiquemos las distintas opciones que la carne de cerdo nos da para llenar el estómago con fundamento. Además del jamón, que de igual manera hay que saber dónde pedirlo, las carnes a la brasa para el almuerzo son buenas para el cuerpo y mágicas para el alma. Hay que tener buen estómago y calcular la cantidad. No está bien dejarte comida para tirar.

Algunas partes del cerdo y sus derivados no las has de pedir en cualquier sitio ya que “te pueden mirar mal”.

Careta
Morro
Oreja
Forro
Panceta
Morcilla
Güeña
Longaniza

Y posiblemente dirás, ¿Es posible que me miren mal si pido algo anormal para almorzar?. Casi un pareado nos sale en la retahíla de sandeces que te pueden soltar, dependiendo de dónde vayas a almorzar.

Resumiendo, que es gerundio; por orden de aparición, explicamos cada una de las opciones para almorzar decidiendo lo que se tiene claro y eligiendo bien el lugar.

Carnes a la brasa para almorzar

La careta del cerdo es, como su nombre indica, la cara abierta a las brasas. No es un producto muy habitual para el almuerzo, sí para la comida, ya que su elaboración es lenta, varias horas ante las brasas, controlando que no se queme ni quede cruda.

El morro, el hocico, se pone a las ascuas y se va tostanto para comerlo troceado, normalmente se corta con tijeras. Apenas si necesita de sal, va en gustos, pero un platico de morrete bien hecho resucita a un muerto.

Con el forro sucede igual. A buena brasa y buen forrete, tostado por la piel y jugoso por la grasa. Hay que insistir en que no vale cualquier sitio para almorzar estas delicatessen, como en todo, la carne fresca se lleva la palma. También pasa con la panceta, que ha de ser fresca y a la brasa o estar en sal y darle vuelta y vuelta.

La oreja del cerdo se puede hacer de distintas formas. A la plancha con su salsa de ajos, aceite y perejil. También guisada, aunque esta manera no es habitual para el almuerzo, sí para la comida gisada. Hay lugares donde la hacen entera y te la sirven para que te la cortes tú. Nuevas modas que no tienen sentido, si quieres oreja a la brasa para el almuerzo, pregunta primero cómo la hacen y si es posible que te la tuesten bien y la troceen para mayor comodidad.

La güeña es uno de los embutidos típicos manchegos, en Albacete se le llama “guarra” o “guarrilla”. Este embutido se realiza mezclando magro, panceta y asaduras, picados y especiados y entripado finamente. No confundamos la güeña con la chistorra, que aunque visualmente puedan “darse un aire” no tienen nada que ver.

La morcilla, chorizos de orza (si los hay) y las longanizas son otra de las opciones para el almuerzo en Villanueva de la Jara. Dependiendo de cada gusto, el nivel de asadura será preciso indicarlo. Si lo quieres muy hecho, pues dilo.

Algunos dichos y refranes referidos el cerdo en La Mancha: “El peor marrano se come la mejor bellota”, “Vida de cerdo, engordar para morir”, “En martes, ni tu hija cases, ni tu puerco mates”

Qué se bebe en el almuerzo

Estamos ante otra de las cuestiones que dependerá de cada persona y de cada paladar. Es típico beber vino para almorzar, si te parece muy fuerte puedes rebajarlo con gaseosa. La cerveza sería el segundo brebaje por orden de popularidad, y el agua al final, aunque no será raro ver gente que en el almuerzo beben refrescos azucarados, a estos no les dijeron de pequeños que eso es malo para la barriga.

El café para acabar el almuerzo jareño

Y más subjetivo aún es el café tras un copioso almuerzo de carnes a la brasa. Tanto café normal como café descafeinado sirven para el propósito de que el almuerzo se redondee en el cuerpo. También el café puede y debe ser aderezado si el propósito es tomar un buen almuerzo jareño.

Se llama carajillo al café con licor, y vale cualquiera, dependiendo de gustos. Puede ser un carajillo de coñac, de ron o de anís, incluso de whisky. También hay quien pide combinados, con los licores; puede ser un café solo y una copa de sol y sombra, coñac y anís mezclados. Esto es muy castellano, y a veces escuchas que piden “una piedra”, y te preguntas ¿es que aquí se comen hasta las piedras?, cuando a lo que refieren es a una copa de orujo con un hielo grande, esa es la piedra.

Se puede pedir también un “chupito” de orujo o de crema. Se sirve un vasito minúsculo, apenas un trago, helado tanto el vaso como el licor.

¡Buen provecho!